Investigadores evaluarán niveles de arsénico presentes en cultivos de arroz en Maule y Biobío
El Programa de Arroz del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) establecido a través de su Centro Regional INIA Quilamapu de Chillán, dio inicio a proyecto financiado por Innova Chile de Corfo, que apunta a promover la inocuidad de los alimentos.
Al igual que en la mayoría de los países productores de arroz en el mundo, los suelos y las aguas de riego destinadas a este cultivo en Chile evidencian la presencia de arsénico, el que es absorbido por la planta hasta los granos destinados a la alimentación humana.
Hasta ahora, existe muy poca información de la relación entre este metaloide y el arroz, por lo que el estudio que se inicia buscará evaluar el nivel de riesgo existente en los cultivos arroceros que en Chile se concentran en la Región del Maule y la zona norte de Biobío. Y es que si bien los niveles de arsénico en bajas cantidades no generan daños considerables, una mayor ingestión en el largo plazo podría causar problemas de salud y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas en la población.
El encargado del programa arroz de INIA y director del proyecto, Mario Paredes, explica que el proyecto también contempla “evaluar la absorción diferencial de arsénico en las variedades comerciales, en líneas experimentales de arroz desarrolladas en el país y en una muestra representativa del grano importado, como una forma de analizar lo que se está produciendo”.
La investigación contempla difundir sus resultados a los usuarios de la cadena arrocera, lo que es parte de los objetivos de una línea de bienes públicos dispuesta por Innova Chile de Corfo. “Lo que se apoya acá es generar una base para un paquete tecnológico que permita conseguir un producto inocuo y seguro para las personas” explica Juan Mardones, Director Ejecutivo del Comité Desarrollo Productivo Biobío.
Lo que se espera es que la información generada por el estudio contribuya a fortalecer la competitividad del sector arrocero, dando más valor a este producto nacional bajo el concepto de alimento saludable, lo que a su vez, permita avanzar en el desarrollo de nuevos derivados.
Para el Director Regional de INIA Quilamapu, Rodrigo Avilés, justamente la importancia del estudio radica en “esta dinámica de generar alimentos cada vez más saludables, una tarea que el programa de arroz de INIA ha impulsado desde sus inicios y que ha dado origen a la totalidad de las variedades comerciales generadas en Chile”, sostiene.
En la ejecución del proyecto participará un equipo multidisciplinario compuesto por expertos del INIA, de la Universidad de Concepción y de la Universidad de Aberdeen, Escocia, que involucra a genetistas, bioquímicos y especialistas en nutrición de plantas, manejo de agua y arsénico.
El académico de la casa de estudios penquista, Jorge Yáñez, confirma la necesidad de efectuar análisis en el cultivo del arroz nacional ya que, “en el plano mundial, este cereal es el que presenta mayores niveles de arsénico debido a la gran cantidad de agua de riego que consume, entre otros factores”.
Este nuevo proyecto del programa de arroz de INIA cuenta con el respaldo de la Subsecretaria del Ministerio de Agricultura y de instancias privadas y gremiales entre los que se encuentran la Asociación Gremial de Arroceros Unicavén de Parral; la Asociación Gremial de Comités Campesinos Rubro Arroz de San Carlos; el Comité Campesino El Crucero de Buli; el Comité Campesino Productores de Arroz Millauquén Unido de San Carlos; el Comité Campesino Arrocero Otingue, Belén y Flor de Ñiquén; y la importante colaboración de las empresas Nestlé Chile y Tucapel, S.A, quienes serán beneficiados con los resultados del estudio, los que debieran comenzar a conocerse a fines del segundo año de ejecución del proyecto.