Polaris 500: Recogedor de línea para trampas de crustáceos
Línea de financiamiento SAFF “Desafío Pesca” del Comité de Desarrollo Productivo Regional, administrada por UDD Ventures, culmina con exitoso prototipo que busca mejorar la calidad de vida de los pescadores artesanales de la región del Biobío.
El proceso de extracción en la pesca artesanal de jaiba, demanda un alto esfuerzo físico de los pescadores, quienes deben recoger manualmente las trampas de manera repetitiva durante la faena, lo que provoca fatiga y riesgos de salud como lumbago, tendinitis, enfermedad discal degenerativa y otras afecciones. Además, el método de pesca que se utiliza actualmente, genera un rendimiento decreciente en el pescador, limitando la velocidad de pesca y en los peores casos incluso los números de días que pueden trabajar de corrido.
Reconociendo la importancia que la pesca artesanal tiene para el Biobío, fue que el Comité de Desarrollo Productivo Regional lanzó la línea de financiamiento SAFF “Desafío Pesca”, administrado por UDD Ventures, donde participaron varios equipos con distintas ideas de cómo dar respuesta a la problemática mencionada.
La directora ejecutiva del Comité de Desarrollo Productivo Regional, Macarena Vera, destacó el impacto que este proyecto tiene para la región e hiso énfasis en que “uno de los objetivos claves de este desafío es potenciar proyectos que permitan un mejor aprovechamiento y una mayor valorización del recurso pesca, que es tan potente en la región del Biobío, a través de la incorporación de la innovación en los procesos productivos”.
En esa línea surgió Polaris 500, un proyecto de los emprendedores penquistas Germán González y Sebastián Cruz, que consiste en la construcción de un sistema mecanizado de pesca, que recoge la línea a una velocidad constante de 1 m/s y permite levantar trampas de crustáceos sin esfuerzo físico al mantenerla en altura para que pueda desmontarse de forma ergonómica. De este modo, la fuerza la realiza un motor, evitando que el pescador tenga que levantar la línea con peso desde el fondo marino y los diversos problemas que eso provoca en la columna.
“Creo que el factor clave de realizar un proyecto con éxito, es saber empatizar con los usuarios. Nuestro proyecto no habría sido posible sin el feedback de pescadores artesanales. Sumado al trabajo multidisciplinario, son factores claves al momento de innovar”, expresó Sebastián Cruz, uno de los creadores de Polaris 500. Por su parte Germán González, se cuadró con la postura de su compañero y añadió que “se agradece mucho el apoyo de los pescadores artesanales quienes desde el comienzo del proyecto y durante las dificultades de la crisis sanitaria, tuvieron una buena disposición para apoyarnos y darnos retroalimentación clave para el desarrollo, testeo y mejora del prototipo.”
Ambos consideran que el uso de tecnología es fundamental para mejorar las condiciones laborales y la productividad de los procesos extractivos en la pesca y que, por ende, el proyecto tiene altas posibilidades de escalabilidad. Andrea Catalán, directora de UDD Ventures, destacó el esfuerzo de los emprendedores por lograr su objetivo a pesar de la dura crisis sanitaria que ha traído consigo la Covid-19: “Hemos terminado de forma muy positiva, con un sistema de recogimiento, que sirve y que va a ser un real aporte a la pesca artesanal de la región y de Chile”. Está contemplado que Polaris 500 se implemente en los botes de pescadores artesanales de San Vicente, para luego replicarlo en otras caletas del Biobío.
Revisa aquí el video promocional del prototipo:
Video Promocional: https://vimeo.com/475164786